Deutsche Bahn ve avances, pero admite retrasos tras renovar línea clave

La empresa pública de ferrocarriles alemanes, Deutsche Bahn, se encuentra enfrascada en una renovación de una gran parte de su infraestructura, y un año después de haber terminado el primer trayecto importante considera que aún queda mucho por hacer.

Cuando se cumple un año de la renovación general de la línea ferroviaria entre las grandes ciudades de Fráncfort y Mannheim, Deutsche Bahn observa efectos positivos en la puntualidad. El tráfico ferroviario en este tramo es ahora mucho más estable, informa la empresa.

"Pero aún no estamos del todo satisfechos", asegura Wolfgang Weinhold, director del programa de renovación general.

La línea fue la primera en someterse al proceso. A mediados de diciembre del año pasado se reabrió tras cinco meses de cierre.

Además hay previstas otras 40 renovaciones generales, y actualmente le toca el turno a la línea Hamburgo-Berlín. Para ello, la empresa ferroviaria cierra completamente los tramos más transitados durante varios meses para renovar la infraestructura de forma integral. Con ello se pretende reducir considerablemente el número de obras durante años.

Un 19 % de los trenes siguen sin ser puntuales

Weinhold afirmó que, en noviembre de 2025, el 81 % de los trenes de cercanías de la línea Fráncfort-Mannheim fueron puntuales, lo que significa que aproximadamente uno de cada cinco trenes sufrió retrasos.

En noviembre de 2023, la cifra era de apenas el 59 %, lo que significa que el 41 % de los trenes circulaban con retraso. Sin embargo, estas cifras mensuales solían variar considerablemente.

En el caso del transporte de larga distancia, la empresa ferroviaria mide los minutos de retraso que acumulan los trenes en la línea. Esta cifra ha disminuido considerablemente. Sin embargo, el objetivo es que no se produzcan más retrasos, afirmó Weinhold. 

Para ello, la empresa ferroviaria apuesta, entre otras cosas, por un sistema digital de seguridad ferroviaria que entrará en funcionamiento el próximo año en toda la línea y que permitirá una circulación más rápida. Hasta ahora, esto solo es posible en una parte del trayecto.

Menos averías en la línea

A pesar de la renovación general, en la línea siguen produciéndose averías, por ejemplo, en las señales, los pasos a nivel o los cambios de agujas. Sin embargo, su número es ahora significativamente menor, según explicó la empresa: entre marzo y junio, se redujo en torno a un 60 % en comparación con el periodo anterior a la renovación. El objetivo es reducir las averías en un 80 %, y se sigue trabajando para ello.

En parte, las averías también se deben a las condiciones meteorológicas. La línea Fráncfort-Mannheim también demuestra que hay factores que las renovaciones generales no pueden mejorar, como la alta utilización, indicó la compañía.

Weinhold reconoció que el calendario para la puesta en servicio de la renovada línea fue demasiado ajustado. En el futuro se procederá por etapas para lograr una reanudación más estable del tráfico. Según la empresa ferroviaria, la renovación general costó alrededor de 1.500 millones de euros (1.760 millones de dólares).