Sociedad
Una cuarta parte de los alemanes se hace un "autorregalo" en Navidad
9.12.2025, 13:10
Una cuarta parte de los alemanes se "autorregala" algo en Navidad, según un estudio que lleva adelante desde hace 15 años con su equipo el economista alemán Oliver Gansser, de la Escuela Superior de Economía y Gestión (FOM).
Esta tendencia, que no era tan usual hasta hace poco tiempo, ya no es la excepción en Alemania. La categoría "regalos para mí mismo" se añadió recién en 2020.
"Los entrevistados nos preguntaban por qué no preguntábamos también por eso", contó Gansser. "Ahí supusimos que era algo de moda", añadió. Los resultados sorprendieron al investigador: actualmente, en todo el país, alrededor de una cuarta parte de los encuestados afirma que se hace un autorregalo en Nochebuena.
Los regalos elegidos son libros, delicatessen, viajes o cuestiones asociadas al bienestar. En promedio, las personas gastan en ellos entre 50 y 170 euros (58 y 197 dólares). La mayor cantidad de dinero (223 euros) fue invertida por una de cada seis personas en un telefóno móvil.
Nuevos rituales
"Antes estaba claro que uno no se regalaba nada a sí mismo en Navidad. Se lo consideraba algo raro y contradecía el espíritu de la festividad", indicó el psicólogo y autor alemán Wolfgang Krüger.
Según la evaluación de Krüger, los alemanes están reelaborando sus rituales. Considera que la Navidad sigue siendo una fiesta emocional, en la que se reparten regalos, y en la que también hay expectativas de que éstos puedan mejorar relaciones, como en la diplomacia. Sin embargo, esto no funciona en muchas familias y lleva a decepciones. "Entonces hay personas que concluyen: mejor entonces me regalo algo a mí mismo", afirmó.
Un "regalo para uno mismo" es un acierto seguro y no es negativo per se, según dijo Krüger. "Sin embargo, toda la fascinación emocional, como la ilusión y la sorpresa, no están presentes", añadió. También falta la sensación de aprecio mutuo que surge de los regalos acertados. "Es decir: se eliminan la expectativa y la experiencia de felicidad, pero también la decepción", explicó.
Consuelo, recompensa, reconocimiento y refuerzo del ánimo
Para Andrea Gröppel-Klein, investigadora del consumo y del comportamiento en la Universidad del Sarre, el fenómeno no es nuevo. "Tenemos conocimiento de los autorregalos por la investigación desde 1990", informó. En los últimos años, además, han aumentado los estudios sobre las razones para hacerlos.
La ciencia distingue, por ejemplo, entre "regalos para uno mismo" por consuelo, por reconocimiento y recompensa, para levantar el ánimo y también para ocasiones festivas como la Navidad. A menudo están orientados al disfrute y no son funcionales. Es decir, no es la lavadora nueva que se habría comprado de todos modos, sino que sigue siendo algo especial, fuera de lo común.
"Ya no es tabú decir 'me autorregalé esto'. Tampoco para Navidad", comentó Gröppel-Klein. Este fenómeno se ve impulsado por la publicidad en tiempos de conceptos como la atención plena, el autocuidado y el "tiempo para mí" (me-time), por ejemplo, con eslóganes como "Lo valgo". Sin embargo, para la científica, otros cambios también desempeñan un papel.
"Nos aferramos a esta hermosa idea de un mundo navideño idílico, donde la familia se reúne para comer e intercambia regalos", afirmó. Sin embargo, la realidad social es diferente hoy en día: uno de cada cinco alemanes vive solo. Por lo tanto, para la investigadora, un regalo para uno mismo también puede ser una "autorregulación reconfortante".
Reacción a una vida repleta de inseguridades
Oliver Gansser también notó que hay diferencias generacionales en el caso de los "regalos para uno mismo". Afirma que en la posguerra no había dinero para esto. "Ahora está el dinero, pero esa generación no lo hace de todas formas", comentó. Son las generaciones X, Y y Z de entre 12 y 59 años las que optan por el autorregalo. Los "boomers" a partir de los 60 dudan más y entre las personas de más de 80 son una minoría las que se hacen regalos a sí mismas.
Para Gansser, los más jóvenes no se regalan cosas por puro hedonismo. "Las generaciones más jóvenes leen noticias negativas desde hace años, ya sea sobre virus o guerras. Esto puede generar una sensación de final. No está mal entonces hacerse un regalo para sentirse mejor en tiempos de inseguridad", comentó.
El psicólogo Krüger va un paso más allá. "Durante décadas vivimos en una sociedad con una fuerte mentalidad colectiva, donde no se podía tener en cuenta suficientemente el yo", dijo. "Recién en los últimos diez años hemos empezado a reflexionar sobre nosotros mismos de forma mucho más alegre", añadió.
Según Krüger, la importancia del "yo" está aumentando en la sociedad, aunque con el riesgo de que todo se incline hacia el egocentrismo. Las sociedades inseguras, en particular, tienden al aislamiento, a la falta de solidaridad y a las luchas por la distribución, afirmó. "El comportamiento con respecto a regalar es un pequeño síntoma de toda esta evolución."